Maridaje Malbec

el maridaje perfecto para Malbec

Cuando tienes una botella de Malbec, tienes en tus manos un vino que expresa mucha fruta, pero una fruta que no es agresiva, sino más bien equilibrada, en su justa medida. También acepta y transmite tanto la madera como el alcohol, pues ambos se integran dejando como resultado final en el paladar, un retrogusto con toques de dulzor. Siempre da vinos amables, de cuerpo medio, con delicadas notas frutales y florales, taninos dulces y sedosos. Cuando se lo añeja en madera, adquiere tonos a café, vainilla (aparece por la oxidación en toneles de roble cuando se estaciona), café y chocolate.

Un buen Malbec sabe aún mejor cuando lo combinamos con comidas que resaltan toda su expresión, a la hora del maridaje, es muy versátil. Entre sus particularidades, su versatilidad es sin dudas una de las marcas que promueve su éxito internacional, da origen a una diversidad de vinos poco común. Se puede encontrar opciones de rosados, espumosos y hasta dulces. Entre las opciones de tintos, se destacan desde las sutiles y frescas hasta los Gran Reserva, cuyo carácter es más potente.

VINO MALBEC ROSÉ

Esta es una categoría de Malbec en ascenso entre las bodegas argentinas. El Malbec Rosé, es un vino rosado armónico, bastante frutal, con buena acidez y fresco en boca. Sus características lo acercan a los vinos rosados provenzales, con un estilo un poco más intenso de sabor y una acidez más controlada.

Este vino rosado se destaca en el acompañamiento de platos ligeros, son ideales para acompañar ensaladas de hoja verde que tengan alguna proteína entre sus ingredientes, como es el caso de las ensaladas caesar con pollo, thai, quínoa, atún o salmón. También son magníficos para saborear algún antipasto italiano salado como chambota, matambre arrollado, berenjenas y zucchinis fritos, aceitunas, salame, jamón y melón, vitel toné, burrata, encurtidos varios como cebollitas en vinagre, pepinos y morrones. Resulta perfecto para disfrutar de platos mediterráneos como el hummus, babaganush, tabule o falafel con salsa de yogurt. También podemos combinarlo con pescados grasos, como un pacú, un salmón o una trucha con salsas ligeras, ceviches y sushi. Y se lucen con diferentes quesos como Pecorino, queso de cabra, o Gorgonzola.

MALBEC “PARA TODOS LOS DÍAS”

Cuando hablamos de un vino Malbec para todos los días, nos referimos a vinos tintos frescos, ligeros, generalmente sin paso por barrica, de aromas frutales profundos con paladar medio y jugoso. 

Este tipo de Malbec puede ser acompañado por una picada con embutidos de cortes grasos como bondiola de cerdo, salamín picado fino y grueso, sopresatta, quesos semi duros como el gouda, fontina y el atuel, ya sea solos o junto a una rodaja de pan y tomates secos con aceite de oliva. 

Aunque sorprenda, la comida rápida como las hamburguesas con cheddar y panceta, papas fritas, pollo frito con salsa picante, resulta una estupenda combinación para un Malbec ligero de este tipo. También acompaña muy bien la humita en olla y las pizzas con tomate y mozzarella.

MALBEC NEW WAVE

Los vinos Malbec más ligeros, magros y sin roble con aromas frescos de frutas rojas y negras, mayor acidez y características minerales son cada vez más populares. Para este nuevo estilo, los enólogos se enfocan en el momento de la cosecha, en el clima y el tipo de suelo, entre otros factores, con una tendencia de baja intervención, sin paso por barrica y quizás solo criados en cemento.

Estos vinos pueden ser acompañados por carnes blancas grilladas (pollo o cerdo) junto con verduras, pescados de buen contenido graso como es el salmón, la corvina o merluza negra. La cocina china marida muy bien con este tipo de vino, los sabores agridulces e intensos característicos, resaltan su acidez y la realzan. Algunas buenas opciones son las spareribs, el pollo general Tso, o el cerdo agridulce con ensalada de tofu.

MALBEC RESERVA

Los vinos Malbec de Reserva, son vinos más estructurados, con más cuerpo y volumen de boca, elegantes y complejos. Los ejemplares de reserva o crianza acompañan muy bien platos más calóricos y de sabores intensos.

Si el Malbec, tuvo un descanso prolongado en madera, puede acompañar a un locro, tamales rellenos de carne vacuna o pollo y choclo bien condimentados, un guiso de lentejas o un risotto de hongos de pino. Las pastas con rellenos y salsas con buen cuerpo, por ejemplo, boloñesa, o los tallarines frescos con salsa de trufas negras frescas y queso parmesano son una excelente opción. Así como la pizza casera de trufas y queso parmesano. 

Las carnes rojas, aún más si son realizadas en la parrilla, son el maridaje insuperable de un Malbec Reserva. Puede ser el famoso “asado” argentino, carnes asadas al horno o a la plancha como el bife de chorizo, ojo de bife o colita de cuadril. La carne caprina también es una buena elección, siempre y cuando no esté condimentada en exceso. Algunos platos con cerdo son combinaciones estupendas para este tipo de vino, tales como el solomillo a la pimienta o la punta de anca a la barbacoa.

Es el compañero ideal para platos como el cordero, pato, hamburguesas caseras, tacos, strogonoff y plateada chilena. La acidez del vino armoniza maravillosamente con la acidez natural de verduras como tomates, pimientos, zapallo italiano y cebolla. También acompaña muy bien preparaciones como ratatouille provenzal, ragús de verduras con carne picada y empanadas.

En el caso de los postres, los mismos se acompañan con vinos fortificados, aquellos a los que en el momento de la fermentación se les agrega alcohol vínico. De esta manera, se interrumpe la fermentación. Se suelen maridar vinos dulces con los postres. Actualmente, hay varios dulces de Malbec deliciosos que resultan un acuerdo muy interesante con postres que tengan chocolate.

El Malbec se vuelve especial porque resalta sabores dulces con frutas y en esa misma línea, el chocolate se convierte en un buen compañero, las sugerencias son el chocolate al 50%-55%, flan de café, cheesecake de frutos rojos, bombones de chocolate amargo rellenos con pasta de higos y corazón de nuez.

 

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