Mendoza, capital internacional del vino

Mendoza es una de las provincias argentinas más visitadas por el turismo internacional. Ubicada al pie de la Cordillera de los Andes con el dominio del cerro Aconcagua, el más alto del continente americano, el territorio tiene impactantes vistas en todas las estaciones del año. Su posicionamiento es estratégico, se encuentra sobre el Corredor Bioceánico que une el Pacífico y el Atlántico, en el centro- oeste de Argentina.

Los parajes de montaña, los valles, diques y sus ríos son perfectos para la práctica de deportes de aventura. Hay una gran oferta de actividades que varía de acuerdo a la temporada. Al sur de Mendoza se encuentra Las Leñas, el centro de esquí más importante de la región que abre sus puertas tanto en invierno como en verano. Andinismo, esquí, rafting, canopy, tirolesa, trekking, paseos en globo o en veleros, travesías en moto, cabalgatas, parapente, ciclismo de montaña y buceo en altura, son algunas de los deportes que convocan a turistas de todo el mundo.

Pero su principal atractivo se concentra en la industria vitivinícola.  Desde el siglo XVII cuando se implantaron las primeras cepas de uva criolla, los viñedos crecen y se diversifican. Los inmigrantes italianos, españoles y franceses aportaron  sus técnicas de cultivo y de vinificación creando una excelente casta de bodegueros. 

Hoy Mendoza se destaca en el mundo por la calidad de sus vinos. Es la principal provincia productora y exportadora del país. Suelos pedregosos,  terroirs de altura, días soleados la mayor parte del año, noches frescas y riego dirigido, son los componentes que la transformaron en la zona donde crecen las mejores variedades de uvas finas de Argentina, dando lugar a  la gran industria y creando una cultura del vino que se complementa con la gastronomía, el turismo de aventura y de montaña. Reconocida como una de las 11 Grandes Capitales del Vino, su varietal emblema es el Malbec. 

Mendoza alberga  más de 900 cavas que producen casi 9 millones de hectolitros al año. Su desarrollo ha impulsado también una novedosa arquitectura de bodegas que se amalgama con el paisaje de montaña, generando espacios turísticos increíbles, al pie de los cerros, con ríos y lagos en su entorno. El arte, la música y la gastronomía se suman también a la propuesta cultural de las bodegas que abren sus puertas al público bajo la premisa del enoturismo. Su mejor temporada se da en los meses de febrero y marzo cuando se celebra la Fiesta Nacional de la Vendimia.

La ciudad es un oasis que se construyó sobre tierras desérticas y gracias al trabajo incansable y la cultura por el cuidado de los árboles, está cubierta de bosques que se riegan con una red de acequias y canales de origen precolombino.

Variedad de hoteles cinco estrellas, lodges de lujo entre viñedos, propuestas de glamping en la naturaleza, bares vanguardistas y restaurantes innovadores, son parte de la infraestructura que posiciona a Mendoza entre los 100 lugares más atractivos del mundo para conocer, según la revista Time.

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